¡Ora sí! ¡Llegó la neta!: D e m o c r a t i z a r la productividad. 1/3

Por: Víctor Sánchez.

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La Editorial de La Jornada, intitulada “El dilema de la productividad”, califica de difícil el éxito de la propuesta de productividad planteada por el actual gobierno, dadas las condiciones impuestas hasta el momento: una reforma laboral que acota y recorta los derechos de los trabajadores, y otra más aplicada a los maestros, donde impera el charrismo sindical y se alienta la privatización de la enseñanza pública.

La “la tecnología, los métodos de gestión y organización, la capacitación laboral y el crédito” son necesarios pero no suficientes para elevar la productividad; se “requiere, además, de un esfuerzo en otros ámbitos, a fin de contar con una fuerza de trabajo con mejor educación, derechos laborales, salud, transporte y vivienda. En otros términos, el mejoramiento de las condiciones de vida de la población debe ser punto de partida, y no de llegada, si se pretende elevar los índices nacionales de productividad”, afirma la Editorial, que empieza por el final y no por el principio.

El principio de donde debería partir la propuesta del actual gobierno es, en efecto, acabar con la desigualdad social, lograr la distribución del ingreso o, por decirlo como se debe, modificar el actual sistema neoliberal. El principio es otro modelo de crecimiento, otra perspectiva. Así nomás. La cosa queda clara.

Pero las contradicciones están planteadas por el mismo gobierno: la política económica aplicada va en sentido contrario a este principio, como bien lo indica dicha Editorial. Aún más, las contradicciones están en la denominación de origen: la “democratización de la productividad”, que es una forma de llamar a los enredos por su nombre.

La producción sólo se logra y realiza por los trabajadores. Las formas de inversión del capital en la administración, en la innovación tecnológica y en la capacitación o adiestramiento, van dirigidas a exprimir al trabajo. Es pues la máxima del capital: encontrar las formas elementales de explotación del trabajo.

La producción y el aumento de la productividad evaden los compromisos del capital, eluden las formas de adquirir la ganancia. La productividad sólo puede democratizarse en la fábrica, en el taller o en los servicios: la productividad ya es democrática desde antes. Eso sí, sería bueno saber cómo es que el capital y los patrones pretenden democratizar dicho proceso de trabajo. La primicia es sustantiva: primero trabajas y produces. Otra cosa no puede ser.

En la Editorial seretoman las palabras de Peña Nieto, en el sentido que desde hace 30 años se inició la reducción de la productividad en México. Parece un indicador preciso, se capta lo fundamental. Pero enseguida el discurso de Peña Nieto precisa: “si en el último medio siglo México hubiese tenido índices de productividad comparables a los de Corea del Sur, nuestra capacidad de generar riqueza sería cuatro veces mayor a la que hoy tenemos y el número de mexicanos en pobreza sería 86 por ciento menor”. O sea: ¡si otra cosa juera pos otra cosa sería! Órales con Cantinflas o Chespirito: si juéramos coreanos la riqueza juera para más y la pobreza sería menos. No pos así sí, como dice una cosa dice otra.

No somos ni coreanos ni chinos. Pero con seriedad afirma que lo seremos: “El jefe del Ejecutivo federal señaló que con el transcurso del tiempo y con la aplicación de las políticas económicas que impulsa su gobierno, se logrará que todo México sea más productivo”, se dice en otra nota también publicada por La Jornada.

Democratizar la productividad” como eje transversal es el objetivo, así como alguna vez alguien llamó a este proceso de modernización eje indispensable del liberalismo social.

Se dice que se dijo: productividad democrática o democratizar la productividad. A mayor productividad, mayor prosperidad. Aplica a persona, empresa o nación. Innovar tecnologías o diseñar una planta industrial. Vista bien la cosa es sencilla: se trata de cómo invertir el capital en aras de una utilidad. Pero abunda la explicación: tan sencillo como tener espacios laborales adecuados, seguros y óptimos, para el buen rendimiento de los trabajadores. Así de sencillo es. Son los trabajadores, no hay más.

Las ganancias, las utilidades no se tocan. Los salarios se aumentarán hasta que se logren indicadores de productividad como los de China o Corea del Sur, países donde se cuenta que cada día los salarios son más bajos o, para decirlo en los términos del nuevo proyecto, donde la productividad cada vez es más alta. En los últimos 30 años así ha sido. El rendimiento del capital y la ganancia han crecido como nunca antes. Dicen.

No hay vuelta de hoja. O como dijera el filósofo conocido, “la cosa es s e n c i l l a”: el comité nacional de productividad será la firma para democratizarla:

Este Comité, que surge de la reciente Reforma Laboral, tendrá entre otras, las siguientes facultades: (a) Realizar el diagnóstico nacional de los requerimientos necesarios para elevar la productividad y competitividad en cada sector y rama de la producción; (b) Sugerir alternativas tecnológicas y de organización del trabajo; (c) Formular recomendaciones de planes y programas de capacitación y adiestramiento; (d) Estudiar mecanismos y nuevas formas de remuneración, que vinculen el ingreso de los trabajadores a la productividad; (e) Igualmente, habrá de emitir opinión sobre el destino y aplicación de recursos presupuestales orientados al incremento de la productividad; (f) Adicionalmente, el Gobierno de la República pondrá en marcha un Programa Especial para Democratizar la Productividad, que partirá de las recomendaciones y aportaciones que realicen este Comité y otros actores de la sociedad”.

Así jue como se dijo que sería la cosa. Todos vamos a ser felices y los trabajadores trabajarán más y mejor, pues recibirán los mejores consejos y diagnósticos del consejo. No hay de otra, lo aclaró el de Hacienda. Pos así no nos dejan otro camino y así será. Si se trabaja como se debe, si se trabaja como trabajan los chinos, seremos seres harto felices. La democracia nos hará felices. ¡Óra pues!

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